Frente al embate fundamentalista, nuestros pañuelos verdes más en alto que nunca.
El 19 de febrero de 2018 realizamos el primer pañuelazo federal exigiendo el debate y la
aprobación de nuestro octavo proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) porparte del Congreso de la Nación. Hoy, a cinco años de ese día histórico y luego de haber armadoredes y articulaciones, pensado estrategias de incidencia política y de comunicación, de haberrealizado cientos de acciones, movilizaciones, concentraciones y asambleas gritamos ¡es Ley!
A poco más de dos años de sancionada la ley 27.610, las mujeres, lesbianas, travestis, trans,
bisexuales, intersexuales y personas no binarias seguimos organizadas; levantando nuestropañuelo verde como bandera de autonomía, dignidad, cuidado, acompañamiento, vida, saludintegral, derechos humanos y justicia social.
En las últimas semanas hemos visto campañas maliciosas de grupos antiderechos que intentanvincular a las feministas con hechos de violencia usando argumentos falaces para desprestigiarnuestra lucha y generar confusión en la población. Frente a este embate de los sectoresreaccionarios reafirmamos nuestro profundo compromiso con los derechos humanos y contratoda forma de violencia y discriminación. Porque hemos sido las y les feministas quienesimpulsamos, junto a otras organizaciones, la defensa y lucha por los derechos de la infancia, de losderechos del colectivo LGBTTTINB, de grupos racializados, entre otros.
Por eso, desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito seguimossosteniendo que los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos de todas laspersonas.
No queremos más niñas madres, ni secuestradas para intentar obligarlas a gestar y a parir a travésde engaños y acciones ilícitas, como lo fue la infiltración de la ONG Grávida en el hospitalIturraspe de la provincia de Santa Fe. Queremos infancias libres, que tengan derecho al juego, a laeducación, a la salud y a que se respete su interés superior tal como lo establece la ley 26.061.
Seguimos con la firme demanda al Gobierno Nacional y a los gobiernos provinciales de que seimplemente, de manera efectiva, la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en todo el territorionacional. El acceso a la ESI es un derecho de los, las y les niñes. Basta de injerencia de las iglesiasen sus contenidos. La Educación Sexual Integral debe ser científica, laica, con enfoque en derechoshumanos y con perspectiva de género como lo indica la Ley 26.150. Garantizar ESI es garantizaruna herramienta fundamental para prevenir embarazos no intencionales, detectar abusos y construir nuevas formas de vínculos en la igualdad y sin violencia machista.
Persistimos en la demanda del acceso gratuito a métodos de anticoncepción y continuamos con lapermanente exigencia por la plena implementación de la ley 27.610 de interrupción voluntaria delembarazo en todo el país.
Repudiamos la persecución y criminalización de les profesionales de la salud que garantizan elacceso a la IVE y a la ILE, y de las compañeras de Socorristas en Red que acompañan las decisionesde abortar. Garantizar y acompañar derechos es legal; obstaculizarlos es delito.
Repudiamos y denunciamos los obstáculos que interponen sectores fundamentalistas impidiendoel acceso a la educación sexual, a los servicios de anticoncepción y al aborto.
Es imperativa la defensa de un estado verdaderamente laico para garantizar los derechos de todesy la convivencia democrática. ¡Iglesia y Estado son asuntos separados!
A cinco años de nuestro primer pañuelazo federal, que se extendió por toda la región y el mundo, seguimos en Campaña, reivindicamos nuestros pañuelos verdes como bandera y reafirmamosnuestra lucha autónoma y en unidad por la soberanía de nuestros cuerpos y decisiones.
Sumate a la Campaña y sé parte de esta lucha inclaudicable. Ante el ataque fundamentalista,
respondamos con activismo verde y feminista.
Educación sexual para decidir.
Anticonceptivos para no abortar.
Aborto legal para no morir.