“Cuando yo uso una palabra» en un tono bastante desdeñoso, «significa lo que yo decido que signifique- ni más ni menos”
“la cuestión es”, dijo Alicia, “si usted puede hacer que las palabras signifiquen cosas tan diferentes”
“la cuestión es” dijo Humpty Dumpty, “quien es el amo – eso es todo”“Alicia en el país de las maravillas”. Levvis Carrol. Citado por Teresa de Lauretis en el libro “Alicia ya no” (1992-9)
Como todo los amos señala Teresa de Lauretis, Humpty Dumpty es arrogante y grosero con Alicia. Ella frente a esta actitud se siente obligada a ser educada, como le han enseñado e intenta continuar una conversación. La niña habita un mundo en el cual el discurso muestra diferencias que se estructuran obedeciendo a un orden jerárquico patriarcal, el amo puso las reglas. Hablar, participar en el intercambio social simbólico, significa obedecer las reglas.
Por Liliana Fedullo
No obstante Alicia se pregunta, a pesar de la asimetría dispuesta por el amo ¿quién ha soñado todo? Los discursos no pertenecen a alguien en particular, en realidad los amos nacen cuando entablamos conversación con ellos y si no queremos discutirles, aceptamos sus respuestas “quienquiera que defina el código o el contexto, tiene el control… y todas las respuestas que acepten ese contexto renuncian a la posibilidad de redefinirlo” . (1984-9-11)
¿Cómo hacer para sustraernos de los discursos dominantes? ¿Cómo no quedar apresadas en su poder hegemonizante? ¿Cómo resistir?
El Conejo dice:, “Cuando yo uso una palabra»… «significa lo que yo decido que signifique- ni más ni menos”. Los discursos amos se totalizan tomando fuerza del fundamentalismo. Calasich señala que esta fuerza resulta funcional a la dominación, actúa en oposición a las diversidades operando de manera vertical e imperativa, con concepciones unilaterales y unidimensionales de lo económico, político y cultural. Implica un autoritarismo discursivo, es monologal y adialogico, consolida una práctica que no admite diferencias ni pluralidades, alienando y eliminando al otro/a (2003-8)
Las certezas de sus contenidos conceptuales, configuran subjetividades y acciones de los sujetos. Estos discursos con su lenguaje amo sostiene verdades en los cuales, como dice S. Zîzêk, haciendo un análisis espectral sobre el concepto de ideología “la lógica misma de la legitimación debe permanecer oculta para ser efectiva” la crítica a esta ideología sería el reconocimiento pleno de “que es muy fácil mentir con el ropaje de la verdad” (2003-15) El discurso de la Iglesia católica sobre los derechos sexuales, los derechos reproductivos y el aborto son uno de los tantos ejemplo de discursos amos que constituyen e instituyen sujetos y subjetividades. Pensar un escape es cuestionar el peso del poder que imprimen los amos.Mujer, hombre, no significan nada en sí mismo, solo significan con relación a una cultura que les atribuye contenidos atravesando cuerpo, lenguaje, relaciones sociales, historia. Las fuerzas estructurantes de las grandes convenciones culturales impuestas por los amos, impactan en la conformación de las subjetividades. Los múltiples predicados frente a lo que una mujer o un hombre es, afirman certezas de un orden patriarcal, cuyas jerarquías en si mismas, parecen inmutables. “Los amos nacen cuando entablamos conversación con ellos” afirma Teresa de Lauretis (1984-8-12), cuando aceptamos sus respuestas. También el amo es interiorizado a través de mecanismos de sujeción generado por aquellos dispositivos de poder que mediante un conjunto de técnicas aseguran la supervivencia de las clases dominantes y el mantenimiento de su hegemonía.Foucault en Historia de la Sexualidad afirma que tales técnicas desplegadas en el siglo XVIII, conllevan clasificaciones, valoraciones, etc. de los discursos en torno a cuatro figuras de conocimiento: la sexualizacíon de la infancia y del cuerpo femenino, el control de la procreación o reproducción y la psiquiatrización del comportamiento sexual anómalo como perversión. Estos discursos se trasladaban a prácticas concretas en la pedagogía, la medicina, la demografía y la economía, instalándose en las instituciones del estado, concentrándose en las familias. Estos discursos se difundieron o “implantaron” como señala el autor en cada individuo, familia e institución. Esta tecnología requiere que todo el cuerpo social y cada individuo sean puestos bajo control. Teresa de Lauretis(2000-47) toma estos conceptos críticamente, dando formas a lo que va a denominar la “tecnología de género”, aquellas representaciones y autorepresentaciones que surgen también como producto de otras tecnologías sociales, como el cine, epistemologías y prácticas críticas, además de prácticas sociales. Señala que tanto el género como la sexualidad no es una propiedad de los cuerpos o algo originario de los seres humanos sino “el conjunto de los efectos producidos en cuerpo, comportamientos y relaciones sociales” debido al despliegue de una “compleja tecnología política” por lo tanto el sistema sexo/género es “el producto y el proceso de una serie de tecnologías sociales, de aparatos tecno-sociales o bio-médicos” (2000-35) es tanto construcción socio-cultural como un aparato semiótico, es un sistema de representación que otorga significado, identidad, valores, prestigio, posición en el sistema de parentesco, estatus social, de los individuos de determinada sociedad (2000-39). Este sistema sexo/género penetra toda la existencia social, lo que lo convierte en una verdadera forma ideológica no solo para las mujeres. A propósito del funcionamiento subjetivo de la ideología, T. De Lauretis desarrolla el pensamiento de Althusser sobre todo cuando él filosofo marxista afirma que “toda ideología tiene la función de constituir individuos concretos en cuanto sujetos” por lo tanto la representación social del sistema sexo/genero incide sobre la construcción subjetiva (autorepresentación) y viceversa.“quienquiera que defina el código o el contexto, tiene el control”
“la cuestión es” dijo Humpty Dumpty, “quien es el amo – eso es todo”
Sucede que las Alicias abortan, se resisten a obedecer, aunque no se les esté permitido pensar alguna forma de sexualidad que no responda a la reproductiva, dentro de la heterosexualidad normativa instituida tanto por la Jerarquía Católica y sus apóstoles apostolados como por otras tecnologías de género que reproducen discursos amos, sin detenerse a pensar sobre su contenidos especulativos y los efectos en la salud de las mujeres y esto implica no solo la física sino la psíquica, señalo esto porque aun la salud mental tiene un largo recorrido que realizar para salir del subsuelo de los hospitales.Retomando las resistencias de las Alicias, Martha Rosenberg señala que hay que rescatar esta resistencia y cobrar conciencia de la inconsistencia que hay entre los discursos morales y religiosos y las conductas concretas de las mujeres que manifiestan una subjetividad que desafía el orden maternalista patriarcal dice : “El aborto es la puesta en acción de un sujeto silenciado” (1997:56). Esta acción de resistencia, interpela los discursos que naturalizan una norma especulativa de maternajes, reproducción, cuidados etc. Luce Irigaray señala que en esa imagen especular que nos devuelve el espejo es una imagen de mujer igual a otra pero diferente lo que expresa, La mujer…una mujer imagen de representación y autorrepresentación, es también una especulación. ¿Cuál? Muchos modelos discursivos son creados porque se necesitan: hijos no deseados para mano de obra barata, abortos ilegales para nutrir cadenas de dinero fácil, niños pobres para justificar su pastoral social, mujeres arrepentidas, culposas, para someterlas.Una mujer se encuentra al precio de atravesar toda especulación un costoso camino del que ella por momentos nada sabe. Cuando dice “no quiero estar embarazada”. Cuando rompe con su destino que la anatomía impone, anatomía es destino dijo Bonaparte, a lo cual, la mujer, las mujeres nos preguntamos ¿cual es nuestro destino frente a un embarazo no deseado, para una mujer argentina? Respuesta posible el aborto ilegal, resistencia costosa tanto en lo económico-social como en la salud física y psíquica.
Ante esto nos encontramos con la contradicción “a las mujeres no nos gusta abortar” ¿porque? Y la primera respuesta que asoma es la respaldada por el valor simbólico de la maternidad que configura la subjetividad femenina, es una respuesta que resulta de una dimensión puesta desde los discursos amos interiorizados que contradicen su deseo, culpándose-culpándola, complejas y enredadas causas se precipitan en esa decisión, “ no estar embarazada”. Pero hay más, el miedo a morir en un aborto ilegal.
A ninguna mujer se le escapa ese saber trasmitido, conocido, escuchado. Lo ilegitimo se juega tanto en romper con el destino maternal como exponerse a una experiencia traumática en donde su cuerpo, queda en manos de quien no esta avalado por las leyes. Lugares oscuros, lúgubres, espacios reducidos, no sabe que le van a hacer, quien, como, le dicen “Tene confianza” ¿como confiar en quien no tiene respaldo legal? ¿como sostenerse en esa relación onerosa? Desprotegida por las leyes, entregada a alguien en quien no confía, muchas mujeres de sectores sociales mas empobrecidos prefieren el consejo de otra mujer para confiar, incluso hasta en métodos que son más riesgosos. Otro miedo: el cuerpo dañado. Este es otro de los fantasmas que escuchamos detrás de una afirmación que expresa la síntesis de lo ilegitimo “Sabes, creo que Dios me castigo por el aborto, creo que no voy a poder tener más hijos”. Miedos, culpa, ilegalidad, cultura, discursos amos interiorizados sostienen fantasmas, angustia sufrimiento.“Quienquiera que defina el código o el contexto, tiene el control… y todas las respuestas que acepten ese contexto renuncian a la posibilidad de redefinirlo” . (1984-9-11)La lucha política del feminismo no renunció a esta posibilidad, tampoco las feministas ni una mujer El feminismo se propuso, discutir las reglas, atravesar los códigos, transgredir las normas y revolucionar el contexto. Hay toda una larga historia implícita en una de las primeras consignas del feminismo “lo personal es político” y la relación con la que hoy nos convoca “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”
Jane Flax (1990- 306), Psicóloga, filosofa feminista resumen lo que serían las cuatro tareas a las que el feminismo sigue enfrentándose:
- expresar los puntos de vista feminista sobre los mundos sociales en los que vivimos;
- pensar como nos afectan estos mundos;
- pensar de qué modo puede nuestro pensamiento estar implicado en las relaciones de poder /conocimiento existente y
- pensar también sobre los modos en que estos mundos pueden y deben ser transformados.
Las posibilidades de transformación política implican espacios personales de práctica y experiencia que se trasladan en planteos políticos de acción y resistencia. Significa reformular, reconstruir, cambiar: contextos, códigos, sentidos, palabras.En la práctica política, el feminismo emerge con alguna forma de sujeto, que en sí mismo se estructuras en las diferencias tanto social como psíquica, la primera, señala T. De Lauretis (2000-8-19), entre individuo y colectividad y la segunda entre yo conciente y inconsciente. Lo que lleva a diferencias no solo entre hombres y mujeres sino entre las mujeres y también en la subjetividad particular de cada una. Es la conciencia de las experiencias diferente (conflictos intrasubjetivos, diferencias de clase, etnia, religión, sexualidad, generaciones) las que nos llevan a perseguir proyectos políticos de transformación.El sujeto excéntrico que propone T. de Lauretis pareciera ser la alternativa crítica posible de transformación. Un sujeto social no dotado de una sexualidad natural, innata u originaria sino que se constituye y constituye su sexualidad. Un sujeto generado en la interacción, con capacidad de autodeterminación, autodefensa, resistencia a la opresión externa y también aquellas que surgen de los procesos internos. Un sujeto atravesados por cuestiones de género raza, clase y diversidades sexuales. Lo que es personal es político, por tanto lo político se convierte en personal. Es la paradoja de estar adentro y a la vez afuera de los discursos amo. La posición discursiva excéntrica, comporta el des-plazamientos, la des-identificación de un grupo, un yo, un feminismo, sostener la capacidad de movimiento del sujeto. Sería la capacidad de resistir, de obrar y pensar en modo excéntrico dice T. Lauretis (2000-111-137).Cambiar el contexto despenalizar, legalizar el aborto para no morir es la lucha, educación sexual para decidir , saber que una mujer es mucho más que una madre y anticonceptivos para no tener que abortar, para tener relaciones sexuales plenas de placer y no de embarazos no deseados.
Bibliografía:Calasich J.A. Tiempos de imposición y verticalismo. Fundamentalismo como inmoralidad. Revista CONCIENCIA Latinoamericana publicación de Católicas por el Derecho a Decidir Vol. XIII nº6 Julio 2003
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Flax Jane(1995) Psicoanálisis y feminismo .pensamientos fragmentarios Ed Cátedra Universidad de Valencia, Instituto de la mujer Madrid
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LILIANA FEDULLO
Investigadora del Programa Interdiciplinario
de Estudios de Genero y Mujer UNC
Te. 03543-453278 lilianafedullo@fullzero.com.ar
feminismo subjetividades 28 septiembre, 2006