En los últimos años, el aborto ha ganado la escena pública. Se habla y argumenta en medios de comunicación, en la calle, en los partidos políticos. Los y las candidatas no pueden eludir su debate en el actual clima social favorable a la ampliación de derechos. En este cambio socio cultural y político fue clave la militancia y el activismo de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que desde 2005 impulsa la sanción de una ley para despenalizar y legalizar el aborto por decisión de la mujer hasta la semana 12 de gestación. El proyecto de ley elaborado por la Campaña fue presentado en la Cámara de Diputados en 2007, 2008, 2010, 2012, con la firma de 60 diputados/as (casi la cuarta parte de la Cámara) en la última ocasión. Sin embargo, nunca fue tratado en Comisiones, primer paso para su aprobación.
Como sabemos, nuestro cuerpo legal permite abortos legales, que deben ser practicados en todos los centros de salud (públicos, obras sociales y privados) de manera gratuita, si corre riesgo la salud o la vida de la mujer embarazada que lo solicita, o si el embarazo es producto de una violación. En estos casos no hay plazo temporal para su realización; sin embargo, habiendo transcurrido más de un año del fallo de la Suprema Corte de Justicia en el caso F.A.L, los abortos no punibles siguen judicializándose y muchas provincias todavía no elaboraron los protocolos hospitalarios que el mismo fallo estipula.
¿Por qué hablamos de despenalización (y) legalización como conceptos diferenciados?
- Despenalización significa quitarle la pena a lo que actualmente está penalizado y contemplado como delito en el Código Penal (Art. 85). Hoy, el código solamente lo permite en los casos que mencionamos más arriba (Art. 86) y lo castiga en el resto de los casos, en particular cuando la mujer toma la decisión. Si se despenalizara, el aborto dejaría de ser un delito, pero su acceso gratuito y seguro no estaría garantizado.
- Legalización significa diseñar, implementar y monitorear políticas públicas que garanticen su realización efectiva y segura en todos los niveles y subsistemas del sistema de salud, de acuerdo a los art. 5 y 6 del proyecto de ley de la Campaña y el compromiso de las/os efectoras/es
- Finalmente, descriminalización o desincriminación significa quitarlo como figura criminal dentro del Código Penal (salvo cuando se trata de un aborto forzado, contra la voluntad de la mujer, en cuyo caso debe seguir siendo un crimen).
La Campaña sostiene que las mujeres tenemos el derecho inalienable a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestras vidas, como parte de los Derechos Humanos universales, indivisibles e interdependientes. Que tenemos libre albedrío para elegir de acuerdo con nuestros valores y creencias. Que la actual penalización no impide la realización de los aproximadamente 500.000 abortos clandestinos anuales, pero sí mata o enferma a muchas mujeres. Que el aborto es un problema de justicia social, porque quienes mueren o enferman son las más pobres, las jóvenes, de poblaciones rurales, de bajo nivel educativo. Que es un problema de salud pública, porque los hospitales gastan buena parte de su presupuesto para paliar las consecuencias de abortos clandestinos realizados en condiciones inseguras. Que es un tema de Derechos Humanos la libertad de decidir cuando, cuántos y con quienes tener o no hijos, construyendo una democracia laica e inclusiva
Ha llegado la hora de sostener la necesidad de legalizar el aborto, más allá de la mera despenalización, para asegurar su práctica sin riesgos en todos los niveles y sectores del sistema de salud, para todas las mujeres que así lo soliciten, hasta la 12 semana de gestación. Porque solamente así, se saldará una de las deudas de la democracia y nuestro futuro tendrá alas.
Educación sexual para decidir-Anticonceptivos para no abortar
Aborto legal para no morir
Octubre 2013
24 octubre, 2013 24 octubre, 2013